miércoles, 28 de julio de 2010

LOS NIÑOS DE LA GENERAL


Este es mi pequeño recuerdo para los niños que siempre deambulan por la General, nuestra zona del campo peculiar y querida, desde donde presenciamos los encuentros de nuestro Atlético Sanluqueño.
Ese es un grupo de chiquillos a veces no demasiado numeroso, pero que sin duda se hace notar bastante entre la muchedumbre de nuestro público. Suelen haber chiquillos de todas las edades, hasta alguna niña, desde los más pequeñines, hasta que los que aunque todavía muy infantiles, ya van asomando preponderante su cabecita detrás de la valla que delimita la banda.
Estos pequeños no son un grupo numeroso, ojala fuesen muchos más, pero se hacen notar y son una parte muy importante dentro de nuestra afición. Son juguetones, entusiastas y se lo pasan de cine durante los partidos. Son revoltosos, inquietos, se mueven y juegan sin peligro desde los prolegómenos del encuentro hasta que todo termina.
Lo mismo miran y saludan a nuestros jugadores expectantes durante el calentamiento, incluso uno de los diminutos porteros de nuestra cantera, no le quita ojo a nuestros cancerberos del primer equipo, mientras hacen los ejercicios previos al encuentro.
Otro momento importante es la salida, ese despliegue de ruido, grito, cante y papelillos que depara el salto al campo de los nuestros. Besitos y saludos al cariñoso Pirri cuando llega con su viejo perro y se ponen a animar junto a él; un chiquillo de graciosa carita pecosa que toca la caja más a ritmo de marcha procesional que otra cosa, risotadas cuando se produce el paseíllo de la Mosca, compartir el bocata y probar las pipas, los refrescos y las patatas fritas de nuestra cantina.
Luego entre lance y lance del partido, alguien tiene un balón, y tras la zona que hay tras la portería del fondo se organiza un rápido partidillo que es interrumpido cada vez que hay un estruendo, pasa algo importante en el encuentro o si alguien mete un gol.
En el descanso, todos ansiosos por pisar y dar unas carreras por el césped castigado del Palmar, hasta que de nuevo salgan árbitro y jugadores.
Todos mucho más cansados, durante la segunda parte, sabedores de que llegan los momentos importantes del partido, qué caritas sobre todo cuando el resultado es preocupante, siguiendo atentos posados sobre el barandal de la valla, contemplando con pasión las penetraciones de ataque próximas a la línea de cal.
Todos aparecen en esos momentos importantes a animar junto a nuestra ya ronca Marea, a vivir esos instantes finales, a sufrir con nosotros o a enloquecer si nuestro equipo gana o mete un gol.
Luego yo diría que el momento más importante, el final del partido; muchos prestos para saltar tras el pitido final, para saludar a nuestros jugadores, siempre lo hacen, incluso independientemente de cómo haya ido el resultado. Nuestros jugadores, humildes y sudorosos, sin duda siempre agradecen esas muestras de cariño por parte de los más pequeños, pues en estas categorías ese calor no es tan acentuado ni frecuente.
Últimos saludos, últimos juegos, últimas despedidas y para casa, feliz si se ha ganado o cariacontecido si la cosa no fue bien. Cansados después de haber vivido esa intensa experiencia de una tarde de futbol en el Palmar, después de haber presenciado un nuevo partido de nuestro querido equipo y de haber echado un buen rato junto a tantos y tantos amigos.
Una nueva experiencia de un niño de la General, de uno de esos pequeñines que todavía tienen un rato para defender, acompañar y apoyar a lo nuestro, de los que aparte de hablar en el colegio los lunes por la mañana de los resultados de Madrid o Barcelona, de Betis o Sevilla, de Cádiz o Xerez, también podrán contarle a sus amiguitos, lo bien que se lo pasaron asistiendo a un partido del Atlético Sanluqueño.

1 comentario:

José Manuel Monge dijo...

Este es un pequeño escrito que publiqué en otro lugar hace mas de un año y que os ofrezco para amenizar este tedioso tiempo sin futbol, aunque ya tengamos aquí los primeros partidos de pretemporada.
En estas líneas y a través de las experiencias de estos niños, de este entusiasta y reducido grupo de chiquillos, intenté plasmar en su dia lo que es la raiz y el nacimiento de ese sentimiento por nuestro equipo, el Atlético Sanluqueño, ese sentimiento atletista.
Esperemos que en esta nueva temporada en puertas, ese grupo animoso crezca considerablemente, en ello tambien tendrán que ver mucho sus papás que tambien se divertirán y disfrutarán tanto como ellos viendoles reir y jugar.
Los más asíduos podrán contarles perfectamente a los neófitos, lo divertido que puede llegar a ser una tarde de futbol en el Palmar.
Lo divertido que puede llegar a ser, ser uno de esos niños de la General.