Pues vistoso partido el vivido en esta tarde en el Palmar, nos visitaba la U.D. Marinaleda, un conjunto anclado en la zona baja de la tabla, muy necesitado de puntos y que nos ha hecho dar lo mejor de si para poder ganar ese partido.
El marcador se movió enseguida, cuando apenas se había consumido un minuto de juego, aproximación visitante y tras unos escarceos en nuestra área, Ávalo remata a la red inapelablemente.
Mal se ponían las cosas en un partido tan importante sobre todo para poner tierra de por medio con los de abajo, pero quedaba todo el encuentro por delante y la Leti con el empuje de una afición entregada y tras algunas aproximaciones, no tardaría en empatar.
No llevábamos ni diez minutos, cuando jugada por banda izquierda de Javi Domínguez que sirve para que Carrasco en suspensión y de cabeza, marcase un bonito tanto que fue el delirio; la típica celebración en General con un beso al escudo de su camiseta, y una hinchada entregada con el equipo y con el jerezano que vuelve a encontrar el camino del gol.
La cosa no iba a ser un sendero de rosas, pues hubo una fase en la que nuestro empuje decayó considerablemente y en una pérdida de nuestra defensa, entrada por detrás y penalti claro que transformaría de nuevo Ávalo, sin que nada pudiese hacer Moisés, 1-2.
Así con un marcador adverso nos retirábamos al descanso, habíamos llegado a la portería contraria en varias ocasiones, pero el rival hasta el momento se había mostrado intratable, había sabido jugar muy bien sus bazas y se esperaba una segunda mitad más que interesante.
En la reanudación la Leti puso ya toda la pólvora, este era un encuentro que no nos podíamos permitir perder bajo ningún concepto, y enseguida Carrasco de nuevo puso el empate a dos en el marcador, y con el tiempo que quedaba era más que factible esa remontada.
Mientras un Marinaleda que vio esfumarse su ventaja en dos ocasiones y que ya no era ese equipo tan entero y agresivo del principio, Rubén Pazos de un certero y ajustado zurdazo marcaba el 3-2 que hizo que el Palmar se convirtiese en una fiesta. Rubén, el equipo, la afición y el partido lo necesitaba y de ahí al final se vivieron los mejores momentos.
Penetraciones del Piculi, un Oscar Silva en plan director talentoso de ese centro del campo, un Carrasco sagaz y escurridizo que en un lance seria expulsado, y una Unión Deportiva Marinaleda que daba los últimos coletazos buscando con peligro el empate y rondando la meta de nuestro cancerbero.
Cuando el partido se acababa y esa victoria ya parecía al alcance de la mano, jugada llena de fuerza y raza de Manolo; nuestro joven medio centro, sin que nadie sea capaz de pararlo, se interna en las inmediaciones del área y es derribado. Penalti que transformaría Abel Luque tras el rechace del guardameta Casi que le adivinaría la primera intención
Delirio y feliz final de partido después de esta victoria trabajada, disputada y sufrida que nos hará ocupar posiciones confortables en la tabla y poder afrontar con más tranquilidad el tramo final del campeonato.
Tal vez a partir de ahora, con un Sanluqueño mas desahogado, podamos disfrutar muchas veces como lo hemos hecho esta tarde con nuestro equipo.
La afición volvió a saltar al campo a abrazar y felicitar a sus jugadores, cosa que apenas se había visto en esta campaña, durante el encuentro hubo ese feeling tan echado en falta en otras ocasiones y por esta vez se pudieron dar esas emociones tan propias de nuestro futbol y esos momentos que siempre caracterizaron a una tarde de partido en nuestro estadio.
La verdad es que el rato fue estupendo, el equipo acertó, ganó y respondió, y la gente se entregó y festejó con una gran algarabía esa victoria, prueba evidente de la generosidad de esta afición que a poco que recibe algo siempre sabe recompensarlo.
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