A la hora y en el sitio anunciado y convenido estuvimos puntuales y poco a poco empezaron a llegar nuestra gente; enseguida apareció el Rafi en su motocicleta, José Manuel el Negro en su coche Negro con su pequeño Cristian que pronto empezaría a hacer travesuras e inspeccionar el lugar con su amigo rubiasco, poco después aparecieron para nuestra alegría el Selu y Antonio Marea, se llegó a estar un rato con nosotros Juan José Suarez, todo un caballero que quiso acompañarnos y que se llevó todo nuestro agradecimiento, admiración y respeto por pasar ese ratito con sus aficionados. Luego llegaría Rafalito, nuestros amigos de la Radio Manolo Marín y José Manuel Alhambra, y con la llegada del Kiko se completaría la reunión.
El grupo no era demasiado numeroso pero pronto empezaron a aparecer unas jarras de mosto que nos hicieron animarnos y entrar en calor, mientras esa pareja de noveles mareistas que siempre están no dejaban de hacer de las suyas, un partidillo de fútbol dentro del local a balonazo limpio, pelea de pressing catch como si de un ring verdiblanco se tratase y su refresco tomado con sorbetes ….
La verdad es que demasiada paciencia tuvieron allí con nosotros …..
Mientras llegaba el papeo que habíamos pedido para no ajumarnos con el mostito demasiado pronto, aunque ya hubiesemos catado unas tapitas de butifarra con morcilla y un hígado aliñado que estaba de muerte, los dos pequeños no paraban, se retrataron subidos en la moto del Rafi como si fuesen dos motoristas verdiblancos y no dejaron de hacer de las suyas mientras dos papás no paraban de levantarse…
Entre vasito y vasito de aquel caldo del año, llegó la hora del humor y de los chistes por parte de los pequeños de la cantera de nuestra peña. En un particular manuscrito traían apuntados y preparados un rosario de ellos para la ocasión que nos contaron entre carcajadas.
Vaya momento tan bueno y tan divertido …
Mucho cante y mucha alegría que iba ambientando la nochebuena, charlas e intercambio de impresiones sobre los diferentes temas de la actualidad atlética y un hermanamiento con un sentimiento arraigado por todo lo que rodea a nuestro club.
La comida fue excelente, aparte del caldo que abundó o lo que quiso tomar cada cual, llegaron los garbanzos con chocos, la pajarilla, las alitas, los cachitos ibéricos sobre una manta de papas fritas, los montaditos y una buenísima comilona que salió por muy poco.
Cuando salimos del mosto nos fuimos al parque de la Dehesilla, donde nos quitamos el frío de la tarde invernal con un chupito de una botellita de licor que nos regaló en su día Manolo Franco, un gran amigo de la Marea. Dicho licor lituano era como una especie de agua de fuego que nos “desinfectó” por dentro antes de tomarnos un cream algo mas suave.
El efecto de esos postres hizo mella en nuestros mareistas, los que no dejaron en ningún momento de cantar y bailar nuestros sones en el momento más álgido de la tarde.
Todavía nos quedaba algo de tarde y de allí nos fuimos a tomarnos la última a los terrenos de la feria, allí junto a la playa y al paseo marítimo, donde nos daría el fresco, donde podríamos cantar sin molestar y los chiquillos jugarían y correrían sin peligro.
Cuando ya empezó a caer la tarde navideña, y el relente y ese sol que se sumergía al fondo nos decía que había que empezar a despedirse para irnos a cenar con nuestras familias. Cuando tras aquella tarde maravillosa, aquellos chavales de la Marea Verde empezaron a abrazarse deseándose una Feliz Navidad y casi sin terminar de comprender como podíamos ser tan pocos y además en un día como ese.
Cómo después de ser acogedores y hospitalarios, haberse esforzado en intentar hacer piña y citar y avisar a todo aquel que se pudiese acercar, seguíamos siendo los mismos pocos de siempre.
Ya lo sabíamos, pero por todo aquello, nos volvimos a dar cuenta de lo duro y a la vez lo grande que es ser de un equipo como el nuestro, y de la importancia que tienen estos ratos y estos momentos de reunión.
Felíz Navidad a todos y que el Año Nuevo y Papa Noel y los Reyes Magos nos dejen muchas cosas buenas.
3 comentarios:
Como podreis ver y leer la cosa estuvo de lo más animada y divertida y aunque fuesemos los que fuimos y hubiesemos querido ser más, nos lo pasamos maravillosamente bien y por lo menos todavia seguimos siendo algunos.
Muchísimas gracias de todo corazón a todos los asistentes, a mis amigos de la Marea que no hace falta ni que se lo diga, a esos dos chiquillos que aunque nos trajeron a los padres de cabeza, nos divirtieros y con sus travesuras incansables nos hicieron reir. Muchas Gracias a Juan José Suarez al que se lo dije que fuese y en seguida nos acompañó encantado.
Muchas gracias a Alhambra que se pudo tomar al menos una cervecita, y a nuestro amigo Manolo Marin que siempre nos demuestra su complicidad y su apoyo, fué el único asistente de parte de la directiva aunque a él le consideremos más loco mareista que directivo.
Por otra parte muchísimas gracias a las personas que sin poder estar, nos demostraron su calor y su apoyo o su pesar por no asistir.
Nuestro amigo José Antonio Camacho que está mas que justificado y que además se disculpó cariñosamente y nos demostró su afecto a través de la radio.
Nuestra amiga Connery que está en su lejana tierra y que a pesar de eso nos llamó un par de veces y nos escribió sus mensajitos al igual que pudo hacer Joaquín.
Nos llamó hasta algún aficionado de siempre de la leti al que tambien le pude mandar su mensaje y que solo ha estado un par de veces con la Marea, pero que para él esas pocas veces fueron suficientes para por lo menos llamarnos para desearnos que lo pasaramos muy bien.
A todos ellos muchísimas gracias.
Aupa leti y Forza Marea
Aparte de todo eso que se ha contado y que ha pasado, de esa Quedada de Navidad donde nuestra gente se unió y se divirtió. Donde como siempre se avisó y se le abrió los brazos a todo aquel que quiso estar, a todos los que no pudieron y a los que no quisieron.
Aparte de que hayamos reflexionado y abierto los ojos una vez más a lo que es la verdadera realidad de este club donde parece ser que últimamente los acercamientos entre dirección y afición no son demasiado factibles, aunque casi siempre ese primer paso lo den los segundos.
En este club donde da la verdadera impresión de que aunque nos esforcemos, todo parece poco y todo parece mal aunque siempre se esté ahí en nuestro sitio. En este club donde parece que decir u opinar sobre algo molesta. En este club de circulo tan reducido y cercano, en este club donde ya no se engaña a nadie, donde en una quedada de aficionados se invita a todo el mundo casi un mes antes, donde apenas fué directivo alguno, directivos que si no querian aparecer hicieron bien, directivos que me iré encontrando poco a poco.
Ayer en lo de un niño sin juguete me encontré al primero al que solo tuve que mirarle a la cara, y poco a poco me encontraré a los demás.
No hay nada que reprochar pues esta gente no es rencorosa, pero quiero que sepan que la afición no es tonta, que esa no es la mejor manera de acercarse a la gente y que por esta vez me voy a guardar esa preciosa foto llena de calabazas, porque además estamos en Navidad.
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