Pues la verdad es que es largo de contar lo acontecido y las experiencias vividas en esa tarde de futbol donde pudimos recibir y gozar de la presencia y la compañía de nuestros amigos, los aficionados de Racing Club Portuense que visitaban el Palmar.
Primer recibimiento en los aparcamientos, mucha alegría de vernos y encontrarnos de nuevo en una nueva temporada, entramos en el estadio, nos acomodamos cada afición en su lugar, nos aseguramos de que estuviesen cómodos y a gusto al solecito otoñal y nada más llegar el Pirri fue a saludar a la afición hermana. Como siempre Antonio con su habilidad cordial, diplomática y acogedora que enseguida se ganó el cariño de los portuenses.
Se vivió el partido cada cual animando a su equipo, reparto de puntos y al final todos habíamos quedado en esa cantina de preferencia habilitada para el encuentro donde íbamos a echar el ratito.
Muchas tapitas, cervecitas y buen vino hasta que llegó el momento de los detalles, unas pequeñas cosas que les teníamos preparadas dentro de nuestras limitaciones, pero que esa buena gente de los Pieles Rojas nos aceptó con muchísimo gusto.
La verdad es que fue un momento muy bonito, tal vez el mejor de la tarde, el Pirri con su hablar sentido y correcto le entregó a Gurpegui un paquetito de color verde limón que contenía un regalito de poco valor pero que a nuestro amigo portuense le alegró la cara, era una camiseta de la Marea Verde y un pañolito de bolsillo con el escudo de la Leti bordado por las monjas de Regina.
Luego el segundo presente se le entregó al Bigote del Puerto, era una bufanda del Atlético Sanluqueño que inmediatamente colgó de su cuello, y esos escudos verdiblancos se unieron para toda la noche con su roja camiseta.
Después los regalitos entre los niños, con el cante de ¿YA VIENEN LOS REYES MAGOS CAMINITO DEL PALMAR!, unos bomboncitos y unas chucherias que se dieron entre ellos, compartieron y después de comer algo, se fueron juntos a jugar durante toda la tarde noche.
Luego nos tocó a nosotros, los Pieles Rojas también nos habían traído algo de la localidad portuense, era un estuche con dos botellitas de fino y cream y dos catavinos con su escudo serigrafiado, toda una joya para nosotros que guardaremos con muchísimo cariño.
Echamos una velada estupenda todos juntos, bajo aquel techillo de chapa que nos resguardó del relente y aquel lugar que facilitó el club y que nos pudo buscar y acondicionar nuestro directivo David Vergara que se hartó de aportar y trabajar para que todo saliese bien y al que nunca podremos agradecérselo bastante. También estuvo un ratito Rafael nuestro utillero con su pequeño Kiko, Pepe Jiménez nuestro webmaster que se pudo tomar una copita con nosotros, nuestro amigo Manolo Marín con su amiga una guapa señorita, se pasó José Manuel Alhambra el crack de la radio y José Antonio Camacho que se coló con una riquísima empanada elaborada por su esposa que se terminó en un santiamén, la vedad es que la gente se chupó hasta los dedos.
A partir de ahí, toda una noche de hermanamiento, cante, bombo, risa, fotos, chistes, coplillas carnavaleras, comida, bebida, hubo hasta una paletilla de jamón que había donado un componente de la Marea que por motivos de trabajo ni siquiera pudo estar allí.
Mil gracias a Manolo el del Campo que nos ayudó en lo que pudo tras la barra junto con el Futri y qué gratificante fue el ver con lo poco que se le pudo ofrecer, las caras de nuestros amigos del Puerto que en aquel pequeño y humilde tinglao sanluqueño se sintieron como en su casa.
Muchos abrazos, muchas conversaciones de futbol de tercera, se habló de la marcha deportiva, de leyes concursales, del futuro de nuestras peñas y un ratito muy bueno en una noche que no vamos a olvidar fácilmente y que pensamos repetir cada temporada.
Lo mismo un Piel Roja tocaba con fuerza nuestro bombo que otro se ponía con orgullo la camiseta de la Marea que le acababamos de regalar; los niños jugando todos juntos haciendo travesuras, las mujeres hablando de sus cosas, hasta hubo algunos manteos a directivos entregados y mareistas eran izados por los aires. Gritos de Ese Racing oé y viva la Marea Verde.
Hasta el Pita Pita, Luis y Antonio el del Bar después de cerrar tuvieron un ratito para tomarse algo con nosotros.
Al filo de la media noche llegaron las despedidas, los buenos deseos para unos y para otros y a partir de aquí, las ganas de que llegue el partido de vuelta para visitar el José del Cuvillo y poder volver vernos de nuevo.
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