lunes, 1 de noviembre de 2010

LA ANÉCDOTA DE LA SEMANA Jornada 11: Sanluqueño 0 - 0 Mairena



Partido sin goles, de juego espeso, con pocas ocasiones en medio de una tarde muy gris que amenazaba lluvia y que casi milagrosamente no terminó por mojarnos.
Independientemente de lo que se ofrezca en el terreno de juego, nuestra banda sigue sin ser indiferente a lo que es vivir un encuentro con un aire jovial, simpático y divertido que siempre nos hace pasar entre los amigos un rato la mar de bueno.
El primer cachondeito o la primera situación que reseñar fué alrededor del juez de línea pegado a nuestra banda. Cuando nos dimos cuenta vimos que solo era un chaval, casi un adolescente por lo menos en apariencia, un chico imberbe muy joven con un aparatito en su oreja para comunicarse con el colegiado, prueba evidente de que la tecnología también ha llegado ya a la Tercera. El caso es que nuestra gente al percatarse de la juventud y la bisoñez del citado juez de línea empezó a lanzarle piropos con la gracia y el arte característico de esa plebe:” Nene ahí viene ya mamá con el Petit Suise, pórtate bien o no te van a encargar los Reyes, línea que se te ve el pinganillo y nosotros sin Dodotis”. Y muchas cosas más a lo largo de toda esa primera parte donde el chico estuvo impecable.

Luego el equipo mairenero que era un conjunto con oficio, que venia a llevarse algo positivo del Palmar, que intentaba cortar el ritmo de juego y parar el partido con jugadores en el suelo que tardaban en levantarse y que obligaba una y otra vez a salir a las asistencias.
Ese malestar de la grada, se vio reflejado en un canto que sonó con fuerza en la General una y otra vez a lo largo del partido cada vez que había un jugador tendido y salía el fisioterapeuta. Se cantaba eso de ¡VETERINARIO OE, VETERINARIO OE!.

Foto Web Oficial.






El Niño de la Mosca que después de su típico paseillo se puso a hacer el caballito mirando hacia nosotros como un jokey mareista; aunque llevase puesta una camiseta azul, una camiseta que no era una elástica cualquiera, era la camiseta que Nolito lució en el Ecija, casi ná.








En le descanso, el momento mas sorprendente, grato y emotivo por lo menos para mí, el momento que nunca olvidaré, otra circunstancia por la que me volví a sentir dichoso y agradecido de pertenecer a ese grupo entrañable de la Marea Verde.
El personal, se había percatado de que ese día era mi cumpleaños, me tenían preparada una sorpresa a forma de tarta de bizcocho de chocolate, una tarta casera riquísima, elaborada con esmero y a muy última hora por la mujer de uno de mis mejores amigos y que saboreamos todos en comunidad. Estaba recien hecha, de hecho todavía estaba un poco caliente y nos chupamos hasta los dedos.
José Antonio Camacho y mi amigo José Manuel Alhambra desde su radio y en plena retransmisión, también me felicitaron, se comieron unos bomboncitos que endulzaron la celebración y hasta me pusieron una sintonía cumpleañera que ese genio de la técnica y de la música buscó para sacarla inmediatamente en antena nada más enterarse.
Vaya familia de amigos, vaya sorpresón sin comerlo ni beberlo, qué momentos tan agradables se puede uno encontrar en una tarde de futbol con nuestra gente y en nuestro estadio, que de cosas y cuantas satisfacciones se pueden percibir por el simple hecho de visitar el Palmar, estar en contacto directo con su afición y por ser y querer a este equipo.
Muchísimas gracias a todos, de todo corazón.



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