martes, 7 de septiembre de 2010
"EL NO PODER VER A LA LETI"
En esta ocasión se me ha ocurrido para mantener activo este humilde medio, escribir y contar todo lo que percibo dentro de nuestro entorno sobre lo que es no poder asistir por diferentes motivos a los partidos de nuestro querido equipo, nuestro Atlético Sanluqueño.
Una vez comenzada la temporada y ya adentrándonos en ese suceder de encuentros que deparó ese calendario, en ese suceder de pasajes de emociones deportivas y sentimentales que nos producen los momentos de este grandioso deporte. Me he parado a pensar en todas esas personas que por uno u otro motivo tienen que perderse muy a su pesar esos encuentros de su equipo, el equipo de todos nosotros.
Principalmente suele ser por motivos de trabajo, ese trabajo escaso y muy ausente en nuestra comunidad tan necesario para sobrevivir y para mantener el sustento de nuestras familias. En nuestra zona el desarrollo industrial es prácticamente nulo y hay que aferrarse a lo que haya, la hostelería y los servicios es el sector donde algunos se tienen que refugiar y aferrar para conseguir el sustento. Y eso ya sabemos lo que es, trabajo principalmente en horario de ocio y fines de semana, donde se concentra la disputa de esa jornada futbolera.
El caso es que esta serie de personas que son más de los que parece, no pueden asistir a ver a su equipo, saben de la obligación necesaria de no hacerlo, pero ello no evita de que se lamenten y sufran por ello. Trabajo en hoteles y restaurantes, en bares y chiringuitos, en comercios y establecimientos de horario totalmente incompatible para poder asistir al Palmar.
La dulce intrigante compañía de la radio donde se da el partido, esa humilde radio que sobrevive a base de ayudas y colaboraciones y que hace ese papel encomiable; alguna llamada telefónica a algún amigo dispuesto que se encuentre en torno a la cancha, todo un sin vivir que no termina de apaciguar ese gusanillo de futbol verdiblanco y de Sanluqueño.
Más de una vez he visto yo a alguno de esos sufridos aficionados en la General vestido de camarero con esa ropa inconfundible viendo un rato del partido porque ha llegado tarde o porque se tiene que marchar. Mas de una vez he recibido llamadas desesperadas hechas a escondidas del jefe para ver como va el encuentro, mientras de fondo se oye un estruendo de platos y cubiertos entre un murmullo de gente comiendo. Más de una vez alguna persona en la lejanía me ha llamado desde fuera de Sanlúcar donde ni siquiera llegan las ondas, para que le dijese los detalles del partido y como había quedado esa tarde su equipo.
Luego también están los que viven lejos, los de los problemas de salud, los impedidos, los ancianos, los atletistas que ya no están para aguantar el frío o el calor, los que siempre estuvieron allí y ahora sus fuerzas y su mutilada salud no se lo permite.
Para todas esas personas, para todos esos aficionados que aunque estén pocas veces con nosotros, siempre estarán presentes, les dedico estas cuantas líneas que al leerlas seguramente que les evocarán todas estas cosas, esas añoranzas que solo podemos entender los que sabemos lo que es vivir un partido en el Palmar, lo que es sentir el calor y la afabilidad de esa gente, lo que es ese bullicio de carreras y golpeo de balón, lo que es sentir ese embrujo de futbol que nos atrae, sentir esa sensación única que supone el ser de este equipo.
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2 comentarios:
Muy acertado recordar a aquellos que por muchos motivos no pueden pasar un ratito en el Palmar viendo a su equipo. Enhorabuena por tu artículo.
Gracias a ti por acompañarnos y por leerme amigo. Se me ha ocurrido este tema porque se que hay muchisima gente que por estos motivos lo pasan mal.
Tengo contacto directo con muchos de ellos y la verdad es que me pongo en su pellejo y debe de ser muy ingrato.
Se que lo pasan mal algunos de los habituales, Manolo Franco, David Vergara, Marcos, y alguna vez hasta el mismisimo Joaquin y muchos mas, que aunque no estén, es como si estuvieran.
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